Rata fui y no me compadezcas 3
Algunas personas nacieron para no joder, pasan sus días en absoluta tranquilidad sin ser siquiera percibidas. Otras, tienen la desgracia de ser siempre notadas por los problemas. Es como un imán que atrae los metales. Igualito, igualito siempre me ha pasado mí. Trato de no joder, pero pah! ahí aparece el problema. No soy nunca partícipe pero siempre testigo encubridor.
Sin embargo, de esta aventura que tuve en mi cole nacional, no me arrepiento.
Tenía una amiga recontra chevere. Llamémosle J.
J era una de las peores del salón; no porque fuera bruta sino más bien por floja.
En los coles nacionales, los primeros puestos muchas veces lo ocupan alumnos con cuadernos bonitos. Los inteligentes vagos son dejados de lado y se convierten en la escoria del lugar. Eso era J, con su gusto por el hardcore y el metal y su cabello hasta la cintura. En el fondo era super buena gente, y recontra crítica. Congeniamos al toque.
Junto con J venía Va, que era mala alumna pero no por flojera. La Va, era una chica recontra alegre, era "la rasta" del salón, siempre cantando Gondwana (así se escribe?!) y meneando la cabeza.
También estaba Hua, que no era muy limpia pero se lo perdonábamos. Era la Cantinflas, el Chavo del grupo. Un mate de risa. En el fondo, lo hacía para llamar la atención; su vida no era muy sencilla que digamos, pero esa ya es otra historia.
La Tetis era la última del grupo, una chica "fashion" sin un real sentido de la moda. Era la que se ponía ropa pegadísima y tacos; y claro lo que más destacaba en ella eran sus tetas. Ni se imaginan..
Estábamos pues juntas todas nosotras un día en que no había clase (¡que raro, no?) aunque el profesor sí estaba en el escritorio conversando con sus alumnas ojitos derecho.
Entonces, en el furor del aburrimiento, J sacó un objeto negro y nos dijo:
-Mi papá me lo ha mandado de Japón. Es un gas pimienta.
-Un gas qué?- pregunto Hua haciendo caras extrañas.
Es para defenderse sonsa- le dije- de rateros o lo que sea.
¿Y funciona?- preguntó Va, con una sonrisa cachosa.
No sé...- contestó J
-Qué hacen- dijo la Tetis que recién se nos acercaba luego de estar practicando coreografías AXE Bahía con sus amigas (las practicaban sentaditas)
Esto- le dijo J- y le roció un poco en la cara.
Jajjaaja, nos reímos, no había gran daño, no le había tirado mucho ni tan cerca, fue algo recontra inocente. Además estábamos cerca a la puerta.
JAJAJJAJA, seguimos; pero de pronto ya no podía seguir riéndome. La garganta me picaba y no podía respirar. Volteé a pedirle ayuda a J, a Va o a Hua y ellas estaban igualitas. Con los ojos rojos y sin poder respirar. Nos paramos y tosiendo convulsionábamos por todo el salón. Hasta que sin pedir permiso salimos, en las narices del profe y con todo un salón mirándonos.
El porfe girtaba: ¡Señoritas qué les pasa!
Ni nos importó, necesitábamos ir al baño. Cuando llegamos comenzamos a tomar agua y a lavarnos la cara como unas leprosas. Hasta que se nos pasó y nos comenzamos a matar de la risa.
Felices estábamos, aunque todavía algo llorosas cuando de pronto vimos salir del salón una turba de chiquillas llorosas y tosiendo. Detrás de ellas, venía un profesor bigotudo con sus niñas "ojitos derecho" llorando y convulsionando.
Habíamos contaminado a toda la clase.
Continuará...