Rata fui y no me compadezcas!! (Final)

Ahora sí que ya no nos daba tanta risa. Poruqe por alguna razón sospechabamos que iban a haber problemas. NO pasaron muchos minutos para que entrara el subdirector. Y aunque ya estabamos algo preocupadas, era imposible no reirse al verlo enternado y con los ojos rojos, saliendo vencido por el olor.
¿Qué ha pasado? Fue la pregunta que hizo. La verdad no sé como nació el rumor, pero alguien dijo que algunos chicos habían pasado por la calle y tiraron un objeto extraño. Y que fue justamente eso lo que desencadeno el olor!.
Salio pues el subdirector a buscar dicho objeto, pero no encontró nada (obvio!) y no sé porque se le ocurrió buscar en las mochilas de todas. J fue más rápida y entró sin que nadie se diera cuenta (según ella) a sacar el gas pimienta de la mochila. En verdad no sé por qué teníamos tanto miedo, sino había sido a propósito. Aunque a hora que lo recuerdo, creo que J volvió a echar un poco, pero seguro lo hizo sin mala intención (si claro!)
En fin, el subdirector sí la vio y amenzaron con explusarla. Estaba muy asustada, pero al final la perdonaron. NO había sido tan grave. Ahí acabo la historia del gas pimienta; lo mejor que me pasó en mi quinto año de secundaria.
Al día siguiente como cualquier otro día con mis 10 centimos en la mano, me alistaba para dar mi examen final. Tome profesor- le dije al bigotudo pagandole por mi copia. Me miro con cara de odio y me dio mi examen.
Este examen ya no me daba miedo; acababa de ingresar solo una semana antes a la Catolica.
Pero esa ya es otra historia.